Los olvidados

No obstante, antes de que ésto ocurra, conviene también hablar de todos aquellos grandes olvidados. Ellos no tienen posibilidad de ganar ningún Oscar porque ni siquiera han sido nominados.
Nombres como Javier Bardem, Liam Neeson por Kinsey y Uma Thurman por Kill Bill 2 sonaban como favoritos hasta que se anunció públicamente la lista de los candidados.
Llamativa también es la ausencia de Paul Giamatti, que con su trabajo en Entre copas ha cosechado alabanzas de crítica y público. Es más incomprensible si nos fijamos en que dos de sus compañeros de reparto, Thomas Haden Church y Virginia Madsen, son candidatos en la categoría de actor secundario.
Entre los directores el excluído es Mark Forster. Por su extraordinario trabajo en Descubriendo Nunca Jamás no ha obtenido reconocimiento alguno aunque su film opte a 7 estatuíllas, incluyendo la de Mejor Película. También tenemos a algunos profesionales sobre los que se podría decir que se lo han buscado ellos solos. Ese es el caso del documentalista Michael Moore, que optó por no presentar su película Fahrenheit 9/11 a la categoría de Mejor Documental para intentar obtener alguna nominación en otros apartados, como el de Mejor Película. La jugada le salió mal. Otro es Mel Gibson, que decidió no hacer campaña por su película La pasión de Cristo. No obstante envió más de 7.000 copias en DVD y organizó proyecciones gratuítas. ¿El resultado?, sólo tres candidaturas y todas en apartados técnicos. Pero la lista no acaba aquí. Cuando la gala finalice y por fin sepamos los nombres de los ganadores, muchos otros se sentirán también, olvidados.