Una consola ¿portátil?
El 1 de Septiembre se ha puesto a la venta la famosa consola portátil de Sony bautizada como PSP. Con la cercanía del acontecimiento, muchas webs se han ido haciendo eco de la espectación levantada en un mercado deseoso de nuevos cachivaches.
Su precio inicial es de 249,95 € y en el pack se incluye una funda protectora, una Memory Stick Duo de 32 MB, una batería, unos auriculares con mando a distancia, un adaptador de CA, una correa de muñeca y un Universal Media Disc (UMD) de demostración con contenidos de vídeo, música y juegos.
El aparato por tanto se presenta más como un gadget que como una consola pura y dura, lo que sin duda atraerá a los muchos geeks que andan sueltos por ahí.
Otro punto a su favor es que, a diferencia de lo que ocurre con la Nintendo DS, sus juegos son region-free. Es decir, puedes comprarte un juego en USA o Japón y ponerlo tranquilamente en tu PSP que funcionará sin problemas.
He de reconocer que, con todos estos datos, también a mí me picó el gusanillo … hasta que encontré en GameSpot (vía Xataka) un informe en el que se aludía a un detalle “sin importancia”: su autonomía. Si bien Sony asegura en sus especificaciones que la batería incluída aguanta 6 horas antes de agotarse, la realidad es bien distinta. Dependiendo del juego que cargemos, la duración estimada se reduce drásticamente. Con títulos como Ridge Racers, que hacen un uso masivo del motor gráfico, la batería de litio nos brindaría una autonomía entre 90 minutos (¡¡¡!!!) y 3 horas. Eso sin contar que si usamos las capacidades inalámbricas el consumo también aumenta exponencialmente.
Una consola portátil que no puedes sacar de casa. ¿Acaberemos por llevar un generador en la mochila?