No hay rosa sin espina

Acostumbrado a las dramáticas y espeluznantes historias de médicos y hospitales en la televisión, resulta chocante encontrarse con una serie como Scrubs. Episodio tras episodio, vamos siguiendo los pasos de J.D., un joven médico honesto y soñador que empieza a trabajar como interno en el Hospital Sagrado Corazón. Hasta aquí nada que se salga de la habitual. La diferencia radica en su disparatado tono narrativo, que combina el día a día hospitalario con los pensamientos y alucinaciones que sufre el desquiciado protagonista. Son precisamente esas paranoias mentales a lo Ally McBeal las que brindan el toque fresco e hilarante a una serie que, de otro modo, habría quedado archivada en el montón de comedias bien intencionadas. Creada y producida por Bill Lawrence (Spin City), tiene un reparto variopinto compuesto por Zach Braff, Sarah Chalke, Donald Faison, Neil Flynn, Ken Jenkins, John C. Mcginley y Judy Reyes. Además, su popularidad ha permitido que actores de tirón como Matthew Perry, Tara Reid, John Ritter, Scott Foley o Brendan Fraser quisiesen aparecer en algún episodio como artistas invitados. La producción ya lleva cuatro temporadas emitidas por la cadena americana NBC, es bastante querida por la crítica y acumula en su haber varios premios Emmy, Globos de Oro y People Choice Awards. En España, Canal+ emitió la primera temporada hará unos meses por lo que supongo que los episodios se pueden conseguir de un modo relativamente sencillo mediante algún programa p2p. Pasemos un rato divertido ….

La televisión lleva tratando el mundo de los médicos en sus productos de ficción desde hace ya mucho tiempo. Ejemplos claros son los de Hospital General, Chicago Hope y Urgencias. Pero no son los únicos. Ultimamente el género ha resurgido con inusitada vitalidad y busca alternativas originales que no repitan lo ya visto anteriormente. Si con Scrubs aúnan humor y situaciones disparatadas, en Anatomía de Grey se intenta conciliar la vida personal de cinco compañeros con su rutina diaria como internos de cirujía. Sin embargo, la más interesante a priori es House (emitida actualmente por Fox España), una serie protagonizada por un arrogante, burlón y brillante doctor experto en enfermedades infecciosas incapaz de establecer lazos afectivos con sus semejantes. Un cliché sin duda atípico y alejado del estereotipo ideal que se completa con una cojera en la pierna derecha, producida por un mal diagnóstico, de la que psicológicamente no se ha recuperado.

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Pues si, no sólo las producciones cinematográficas utilizan el recuerdo para generar nuevas películas con un mínimo esfuerzo. La televisión poco a poco está aprendiendo de su hermano mayor y en los últimos tiempos ha empezado a presentar remakes de series ampliamente recordadas por el público. Los afortunados poseedores de televisión por cable/satélite pueden comprobarlo con la actual emisión en España de dos ejemplos claros. El primero es Battlestar Galactica, una revisión de la mítica Galactica, estrella de combate, creada a finales de los 70 por Glen A. Larson. Es un producto realizado para el prestigioso Sci Fi Channel y la verdad es que desborda talento y creatividad por los cuatro costados, desde la hipnótica interpretación de James Callis (Gaius Baltar) hasta los fantásticos efectos especiales. Con el fin de adaptar la historia a los nuevos tiempos sociales y científicos se han tenido que realizar algunos cambios drásticos, como el cambio de sexo del teniente Starbuck y Boomer o la aparición de cylones con aspecto humano.

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No le basta con estar escribiendo el guión de su próxima película, Inglorious Bastards, también quiere televisión.

Después de dirigir Grave Danger, el último episodio de la quinta temporada de C.S.I. Las Vegas, estudia la creacción de una serie propia con la que jugar un poco. La historia, también escrita por él, pone en apuros a Nick Stokes, uno de los miembros del equipo de Gil Grisson, que es sepultado vivo.

Según comenta el propio Tarantino en una entrevista para TV Guide, tiene una serie de ideas demasiado complejas para desarrollar en una película pero no así en una serie de televisión.

Su experiencia en la serie forense parece que le ha salido bien. Anthony Zuiker, el productor del show, habla maravillas de su trabajo y se declara uno de sus mayores fans. Además, la audiencia también le ha respaldado. El episodio doble de cerca de dos horas de duración fue seguido por unos treinta millones de espectadores durante su emisión el 19 de mayo. No está nada mal ¿no?.

Aprovechando la popularidad y el éxito de las tres películas protagonizadas por Blade, el famoso cazavampiros de la editorial Marvel, la MTV va a iniciar a comienzos del 2006 la producción de una serie de animación basada en el personaje creado por el guionista Marv Wolfman y el dibujante Gene Colan.

Estará producida por New Line Television, Marvel Studios y David S. Goyer, el escritor y director de Blade: Trinity.

El que seguro no participará en el proyecto será Wesley Snipes que actualmente se encuentra pleiteando contra New Line Cinema. Les acusa de incumplimiento de contrato por saltarse una de las cláusulas que le daba derecho a rechazar el guión y director de Blade: Trinity y de aprovecharse de su presencia en el film para presentar a un nuevo grupo de personajes, los Nightstalkers, destinados a iniciar una nueva serie de películas. Es por ello que el guión, según Snipes, se aleja bastante de los planteamientos vistos en las dos primeros films y le resta protagonismo para dar a conocer y popularizar las figuras de Abigail Whistler (Jessica Biel) y Hannibal King (Ryan Reynolds). Los aficionados parecen darle la razón porque si bien el film recaudó 126 millones de dólares, una cantidad importante si tenemos en cuenta que la producción costó 65 millones, también es cierto que es la parte menos taquillera de las tres, siendo Blade 2, con 155 millones, la preferida por los fans.

Por todo ello, Snipes les reclama 5 millones de dólares en daños.