La tele que triunfa en los USA
La originalidad de las propuestas y argumentos, antes patrimonio exclusivo del cine empieza a poder verse también en televisión. Testigo de que algo está cambiando en los USA es la aparición de un grupo de series rompedoras, de temática diversa pero caracterizadas siempre por la singularidad de sus planteamientos. Esta frescura ha sido muy bien recibida por crítica y público, ya un tanto cansado de ver siempre las mismas historias repetidas hasta la saciedad.
Así se explica el éxito de productos tan diversos como Nip/Tuck, o la historia de dos cirujanos estéticos de personalidades y vidas contrapuestas; Tan muertos como yo, o el redescubrimiento del mundo por parte de una adolescente muerta que debe de trabajar como recoge-almas; Mujeres desesperadas, o las alegrías y penas en la rutina diaria de cuatro mujeres casadas; A dos metros bajo tierra, o la vida de una curiosa familia que regenta una funeraria; y Las Vegas, o las extenuantes jornadas laborales de unos empleados de casino en la famosa ciudad del juego estadounidense.
Afortunadamente y gracias a las emisiones por cable y satélite, esas series empiezan a ser conocidas en nuestro pais y son disfrutadas por muchos aficionados deseosos de ver nuevas ideas.
Las privadas por su parte, miran hacia otro lado, buscando producciones más convencionales con las que consolidar sus cuotas de pantalla y en donde el costumbrismo se convierte en sinónimo de éxito de audiencia.
No sé si tenemos lo que nos merecemos pero ¿realmente son necesarios Ana y los siete, Los Serrano y Aída?.
Así se explica el éxito de productos tan diversos como Nip/Tuck, o la historia de dos cirujanos estéticos de personalidades y vidas contrapuestas; Tan muertos como yo, o el redescubrimiento del mundo por parte de una adolescente muerta que debe de trabajar como recoge-almas; Mujeres desesperadas, o las alegrías y penas en la rutina diaria de cuatro mujeres casadas; A dos metros bajo tierra, o la vida de una curiosa familia que regenta una funeraria; y Las Vegas, o las extenuantes jornadas laborales de unos empleados de casino en la famosa ciudad del juego estadounidense.
Afortunadamente y gracias a las emisiones por cable y satélite, esas series empiezan a ser conocidas en nuestro pais y son disfrutadas por muchos aficionados deseosos de ver nuevas ideas.
Las privadas por su parte, miran hacia otro lado, buscando producciones más convencionales con las que consolidar sus cuotas de pantalla y en donde el costumbrismo se convierte en sinónimo de éxito de audiencia.
No sé si tenemos lo que nos merecemos pero ¿realmente son necesarios Ana y los siete, Los Serrano y Aída?.
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