Madrugadas de Urgencias
Existe un círculo vicioso que trae a más de un seguidor de series por la calle de la amargura. Sabido es que gran parte del éxito que puede tener cualquiera de ellas se debe a una estrategia de programación adecuada y si un fan debe de andar a su caza y captura, rastreando toda la parrilla televisiva, algo no se está haciendo bien.
Este desprecio por el aficionado y el considerar la emisión de una serie simplemente como un relleno de 45 minutos en el espacio de emisión no ayudan a que se consolide un grupo de seguidores lo suficientemente grande que justifique su continuidad en antena. Los perdedores en esta guerra de audiencias son los de siempre, los espectadores, que vemos cómo se retiran series a mitad de temporada o se trasladan de horario sin aviso previo.
Todo este razonamiento viene al pelo para hablar del calvario por el que los aficionados a Urgencias pasan los últimos años en TVE. Que una serie de gran éxito en su país (y también en muchos otros) se encuentre en España en una situación tan precaria, con emisión sin hora fija durante la madrugada y suspendida bajo cualquier especial en el momento menos esperado es bastante lamentable. A pesar de ello, existe un irreductible grupo de aficionados (más de los esperados si tenemos en cuenta las buenas ventas de los DVDs de la serie) convertidos a la fuerza en noctámbulos que siguen las vivencias de los médicos y enfermeras vinculados al servicio de urgencias del Hospital County General de Chicago.
Lamentablemente este comportamiento no es exclusivo de la cadena pública. Casos como Dark Angel o Angel en Antena3 y las últimas temporadas de Expediente X en Tele5 también son tristes ejemplos de lo que opinan las privadas sobre el tema.
Ahora se reserva el prime-time para series de (cutre)producción propia y talk-shows de diverso pelaje. Parece que los tiempos en los que Policías de Nueva York o Ally McBeal eran los reyes del mambo están más lejos que nunca.
Menos mal que nos queda el cable ….
Este desprecio por el aficionado y el considerar la emisión de una serie simplemente como un relleno de 45 minutos en el espacio de emisión no ayudan a que se consolide un grupo de seguidores lo suficientemente grande que justifique su continuidad en antena. Los perdedores en esta guerra de audiencias son los de siempre, los espectadores, que vemos cómo se retiran series a mitad de temporada o se trasladan de horario sin aviso previo.
Todo este razonamiento viene al pelo para hablar del calvario por el que los aficionados a Urgencias pasan los últimos años en TVE. Que una serie de gran éxito en su país (y también en muchos otros) se encuentre en España en una situación tan precaria, con emisión sin hora fija durante la madrugada y suspendida bajo cualquier especial en el momento menos esperado es bastante lamentable. A pesar de ello, existe un irreductible grupo de aficionados (más de los esperados si tenemos en cuenta las buenas ventas de los DVDs de la serie) convertidos a la fuerza en noctámbulos que siguen las vivencias de los médicos y enfermeras vinculados al servicio de urgencias del Hospital County General de Chicago.
Lamentablemente este comportamiento no es exclusivo de la cadena pública. Casos como Dark Angel o Angel en Antena3 y las últimas temporadas de Expediente X en Tele5 también son tristes ejemplos de lo que opinan las privadas sobre el tema.
Ahora se reserva el prime-time para series de (cutre)producción propia y talk-shows de diverso pelaje. Parece que los tiempos en los que Policías de Nueva York o Ally McBeal eran los reyes del mambo están más lejos que nunca.
Menos mal que nos queda el cable ….