Las televisiones norteamericanas que en eso de producir series nos llevan años de adelanto, han implantado con el tiempo una fórmula un tanto curiosa para estrenar nuevas series sin excesivos riesgos. Consiste más o menos en firmar un contrato por 13 episodios (mal número para los supersticiosos) con la productora de turno, prorrogables en caso de éxito a los 22 que componen una temporada convencional.
De este modo, si la serie no obtiene el respaldo de audiencia esperado pueden aguantar hasta que se terminen las entregas iniciales o cortar por lo sano y cancelarla sin mayor miramiento (estilo
Antena3 aquí y
Fox allí).
Tras el inicio de temporada en Septiembre, ya se conocen los primeros títulos que han obtenido su “prorroga” y los que han sido eliminados fulminantemente de la parrilla. Y es que en esto del éxito no es garantia el estar avalada por grandes productores como demuestra la retirada de
Just Legal protagonizada por
Don Johnson y producida por el casi todopoderoso
Jerry Bruckheimer, en lo que supone su primer (y supongo que no último) tropiezo televisivo (no se puede acertar siempre). Tampoco los actores con tirón pueden mantener el interés por una serie. Un ejemplo claro es
Head Cases, con
Chris O’Donnell y
Adam Goldberg, que tras dos semanas en el aire ha sido suspendida por la
Fox.
Otras sin embargo, saborean la dulzura del éxito y posiblemente sean las próximas en llegar a nuestras pantallas en seis u ocho meses.
De momento se salvan
Ghost Whisperer,
Criminal Minds,
How I Met Your Mother,
Supernatural,
Prison Break,
Bones,
War at Home,
My Name Is Earl y
Everybody Hates Chris.
Las más interesantes, al menos a priori, son
Bones, con
David Boreanaz y
Emily Deschanel de la que ya comenté anteriormente alguna cosa;
Ghost Whisperer, de temática similar a
Medium (emitida actualmente los lunes por
AXN y protagonizada por
Patricia Arquette), en donde una joven viuda encarnada por
Jennifer Love Hewitt tiene la capacidad de comunicarse con los muertos;
Criminal Minds, una producción que sigue los pasos de éxitos como
CSI y
Sin Rastro;
Supernatural, o la road-movie de dos hermanos que recorren Norteamérica en busca de su padre, enfrentándose de paso a criaturas sobrenaturales; y
Prison Break, la nueva serie de
Dominic Purcell tras la cancelación de
John Doe, en donde interpreta a un reo en el corredor de la muerte que afirma no haber cometido el crimen del que se le acusa. Su hermano se hará encarcelar para intentar ayudarle a escapar.
