No hay rosa sin espina

Los problemas de identidad en internet son algo complejo y delicado pero Sean Penn tiene las cosas muy claras … aunque no tenga razón. Al parecer estuvo esperando un año y medio hasta que recibió una invitación para Gmail (debe de tener muy pocos amigos) y cuando se puso a dar de alta SeanPenn@gmail.com descubrió que esa cuenta ya estaba registrada. Un poco mosqueado, probó también con Penn@gmail.com, SPenn@gmail.com, Penn.Sean@gmail.com, SeanPennRules@gmail.com y Spicoli@gmail.com sin éxito. Tras muchos intentos (y frustración) se tuvo que conformar con Sean.Penn20061@gmail.com. El actor está convencido de que la dirección le pertenece por derecho propio y muy cabreado compró una página completa en la edición del lunes pasado del diario Washington Post para publicar una carta de 1.900 palabras dirigida al que él “cariñosamente” considera capullo desconsiderado. En ella invita al “usurpador” a que devuelva la dirección a su legítimo propietario, o sea, él mismo y que lo acompañe a Irak para que “aprenda una lección sobre la devastación provocada por los engaños, la injusticia y el mal uso del poder”. No comments … Llegados a este punto me pregunto, ¿con qué derecho puede cualquiera exigir una dirección de correo de un servicio gratuíto, sea Gmail, Yahoo o cualquier otro?. Independientemente de que el usuario se llame o no igual que el actor, una cosa es registrar un dominio con el nombre de un personaje público con la pretensión de obtener un beneficio económico y otra bien distinta es la poseer una cuenta de correo. Esto es como el Salvaje Oeste: el que primero llega, se la queda. Penn, si te sirve de consuelo, yo tampoco pude registrar la dirección que quería . Actualización 24.01.06: Al parecer la noticia es más falsa que una moneda de 3 euros aunque tal como anda el patio la dí por buena. Otros bloggers también cayeron como yo.