No hay rosa sin espina

Cristal Oscuro es uno de esos films que no deja indiferente a nadie. Realizado como una apuesta personal por el difunto Jim Henson no obtuvo la repercusión mediática necesaria para convertirse en un gran éxito. El ambiente malsano y ciertamente hostil que se percibía en cada uno de los fotogramas impidió que el público familiar acudiese en masa a las salas y la cinta se acabó por considerar un proyecto fallido. Sin embargo, el tiempo le ha dado la razón a Henson y su Cristal Oscuro se ha convertido en una cinta de culto difícilmente clasificable. Realizada en unos tiempos más artesanales y sin ayuda del hoy omnipresente ordenador, es reverenciada por muchos como una auténtica obra maestra, una pequeña joya en la que su director fue capaz de expandir los límites del trabajo con marionetas dotándolas de una sofisticación nunca vista. Aprovechando este buen recuerdo Jim Henson Co. planea realizar una secuela que llevará el título de The Power of the Dark Crystal. De momento ya han contratado al director, el ruso Genndy Tartakovsky, creador de series tan populares como Samurai Jack, Star Wars: Las guerras clon o El laboratorio de Dexter que ya anticipa algunos cambios de estilo con respecto al original: si bien los personajes seguirán siendo marionetas, los fondos serán renderizados por computadora para evitar que el presupuesto se dispare. El guión, firmado por Annette Duffy y David Odell, nos sitúa cientos de años después de lo sucedido en el primer film para seguir las aventuras de una chica de fuego que roba un pedazo del cristal con la esperanza de añadir nueva vida a su sol moribundo. El rodaje dará comienzo a finales del verano.