No hay rosa sin espina

Cuando un proyecto tiene fijado desde hace tiempo su comienzo de rodaje pero llega la fecha y pasan los días sin que nada se sepa, mala cosa. Esto es más o menos lo que ha pasado con la secuela / precuela de Los Intocables que estaba preparando Brian De Palma. Desde la marcha de Nicolas Cage la producción no levanta cabeza y ni siquiera han sido capaces de encontrarle un reemplazo. Con las filmaciones postpuestas sine die (ya acumulan un mes de retraso) y la mala pinta general del proyecto no es de extrañar que el propio De Palma se plantee aparcarlo y buscar nuevos films a los que echar el diente. ¿Mejor así quizás?.