
Bueno, ya están aquí
las nominaciones (
ver lista completa) y sí, como seguro que ya sabes (a estas alturas todos los medios españoles se han hartado de cacarearlo), nuestra Pe está nominada como
Mejor Actriz de Reparto por su participación en
Nine.
Dicho ésto y felicitando a Javier Recio Gracia que ha visto cómo su corto
La Dama y la Muerte entraba como candidata al
Mejor Corto de Animación, toca analizar (o al menos entender) lo que ha ocurrido.
¿Que por qué lo digo? Pues porque un vistazo rápido a la lista arroja una
triste realidad que ya había quedado plasmada en los
penosos Globos de Oro de este año.
Y es que estamos ante un año bastante flojo, cinematográficamente hablando, con algunas categorías como la de
Mejor Actriz en la que encontramos varios nombres de relleno (¿otra vez
Meryl Streep por su papel chorras de
Julie & Julia?) o nominaciones inmerecidas como el score compuesto por
James Horner para
Avatar en el que se autoplagia compás sí, compás no.
Tampoco es el año de las comedias.
(500) Días juntos o
Resacón en Las Vegas, que incluso se promocionó en estos meses previos (de un modo demasiado optimista, todo sea dicho) como
Mejor Película, no han contado en absoluto para los miembros de la
Academia.
Cambio de tercio y paso a los olvidados porque, si bien está visto que nunca llueve a gusto de todos y que los
Oscars suelen dejarse en el tintero algún que otro trabajo, lo de este año ha sido especialmente trágico.
Es imperdonable que unos galardones que presumen de ser los
más importantes de la industria se olviden de cintas como
La Carretera (The Road) (que al menos merecía un reconocimiento a su excelente fotografía), la no inclusión de
Sam Rockwell por su recital interpretativo en
Moon (algo que podía esperarse cuando ni siquiera su propia distribuidora hizo campaña por ella, aunque siempre quedaba una pequeña esperanza) o que
Watchmen se quede a dos velas y no haya contado al menos en categorías como Mejor Diseño de Producción, Guión Adaptado o incluso Actor de Reparto por la excelente interpretación de
Jackie Earle Haley.
Si a todo ésto le añadimos la candidatura de
Avatar a la
Mejor Fotografía cuando en realidad se trata de un film desarrollado prácticamente en ordenador pues, en fin, algo no ha ido muy bien en el proceso de nominaciones.
Nada, que uno se queda algo decepcionado y confuso con el resultado. Tardaré en digerirlo unos días …