No hay rosa sin espina

Cuando comencé a escribir mi propia bitácora allá por Enero del 2005 no tenía muy claro en qué acabaría todo (la constancia no es precisamente una de mis virtudes) pero ni por lo más remoto se me hubiera ocurrido pensar que alcanzaría las mil anotaciones … y eso es precisamente lo que acaba de ocurrir con la publicación de la entrada que ahora mismo estás leyendo. Por el camino he tenido que migrar de un sistema gratuíto a otro de pago, descubrir que un alojamiento barato a veces sale caro, romperme los cuernos para configurarlo todo a mi gusto y aprender mucho de WordPress y un poquito de php. Sin embargo, a pesar de lo que pudiera parecer, la experiencia ha sido francamente positiva y el día a día me lo demuestra. El mes pasado dejé atrás la cifra de 500.000 visitas, la página se acerca cada vez más al contenido y aspecto que deseaba para ella y casi a diario me llegan vuestras opiniones y comentarios que son, al fin y al cabo, el motivo que me impulsa a seguir adelante. ¿Qué más puedo pedir?. Ahora mismo no sé si seré capaz de llegar a escribir otras mil pero estoy dispuesto a intentarlo siempre y cuando sigáis por aquí. Gracias a todos.