Los ejecutivos y sus brillantes ideas
Desde hace ya bastante tiempo, el que una peli de Hollywood cumpla o no con unos mínimos baremos de calidad es, en muchas ocasiones, fruto de la confluencia feliz de una serie de casualidades que la mayoría de las veces el azar agita a su antojo.
Y es que, cuando el control creativo de un film lo ejerce un tuercebotas chupatintas que valora más los criterios económicos que los artísticos, bueno, pasa lo que pasa.
Todo ésto me ha venido a la mente después de leer las amargas declaraciones de David Kajganich (Blood Creek, Invasion), un guionista de segunda que estaba a cargo del remake de El Cementerio Viviente.
Os las traduzco a continuación.
Después de que entregase mi primer borrador, Paramount decidió cambiarlo todo de arriba a abajo y me pusieron a un nuevo ejecutivo que manejaba una serie de ideas que yo no tenía la posibilidad de ignorar. Querían dirigirlo a audiencias más jóvenes así que hablaban de convertir en protagonista a un Ellie adolescente y etc. Fue realmente descorazonador pero este es el modo en el que a veces funciona el proceso. El estudio tuvo al menos el detalle de permitirme rescindir mi contrato y el proyecto ha permanecido dormido hasta hace poco. Las últimas noticias sitúan a la Paramount iniciando nuevamente el proceso con un nuevo productor (Lorenzo Di Bonaventura) y escritor (Matt Greenberg).Todo muy lamentable (idea del remake incluído) aunque lo verdaderamente tremendo es que este tipo de situaciones ocurran de una manera sistemática en buena parte de las cintas que nos llegan cada semana. Ummm, recuerdo la divertida charla de Kevin Smith sobre su paso por Superman y las “brillantes ideas” que quería ver implementadas en el guión el productor de turno asociado al proyecto …
