Franklyn, ciencia ficción a la británica
Gracias a RottenTomatoes he descubierto la existencia de Franklyn, un proyecto de financiación británica (su presupuesto ronda los 12 millones de dólares) que pinta muy bien pero que posiblemente pase totalmente desapercibido cuando llegue a nuestras pantallas (si alguna vez llega, claro).
Y digo ésto porque su temática cienciaficcionera y su extraña premisa argumental seguro que espantan a más de uno de la sala de exhibición.
Entrando en materia, el guión se compone de cuatro historias que acaban convergiendo al final. Tres de ellas se desarrollan en el Londres contemporáneo y la cuarta, en una metrópolis fantástica paralela llamada Meanwhile City en donde la fe y el fervor religioso lo dominan todo.
En ese mundo, nuestro héroe se llama Preest (Ryan Phillippe), un detective y vigilante enmascarado que además es el único ateo de la ciudad, con una misión: extraer de los cultos a todo el que pueda y luchar contra The Ministry, una especie de poder fáctico en la sombra responsable de que toda la población tenga que creer en algo, por muy estúpido que sea (y hay cosas verdaderamente tremendas como la secta de The Seventh Day Manicurists y los Washing Machine Street Preachers, con un credo inspirado en las instrucciones de una lavadora) porque de esa manera son más manipulables. ¿Alguien se imagina esta premisa rodada en USA?.
El resto de los hilos argumentales son bastante más sencillos y nos presentan a una estudiante de arte bastante perjudicada y con tendencias suicidas (Eva Green), a Milo (Sam Riley), un joven al que dejan plantado en el altar y se dedica a buscar la pureza del primer amor, y al guarda de una iglesia de Cambridge (Bernard Hill) que vieja a Londres para recuperar a su hijo vagabundo.
Se trata del primer largometraje de Gerald McMorrow (previamente realizó Thespian X, un corto que ha contado con muy buenas críticas tanto de crítica como de público) y actualmente se encuentra en postproducción tras finalizar un rodaje de diez semanas.
Habrá que seguir su trayectoria …
El resto de los hilos argumentales son bastante más sencillos y nos presentan a una estudiante de arte bastante perjudicada y con tendencias suicidas (Eva Green), a Milo (Sam Riley), un joven al que dejan plantado en el altar y se dedica a buscar la pureza del primer amor, y al guarda de una iglesia de Cambridge (Bernard Hill) que vieja a Londres para recuperar a su hijo vagabundo.
Se trata del primer largometraje de Gerald McMorrow (previamente realizó Thespian X, un corto que ha contado con muy buenas críticas tanto de crítica como de público) y actualmente se encuentra en postproducción tras finalizar un rodaje de diez semanas.
Habrá que seguir su trayectoria …
